Una de las responsabilidades fundamentales de un aparejador es garantizar que cada aspecto de la construcción cumpla con los más altos estándares de calidad. Veamos cómo lo hacemos:

En cualquier obra, la seguridad es prioritaria, y el cumplimiento normativo es innegociable. Como aparejadores, nuestro rol no se limita a identificar riesgos, sino también a implementar medidas efectivas para mitigarlos.

En Arqtecnic, realizamos inspecciones regulares para garantizar que las condiciones de trabajo sean seguras, desde el uso adecuado de equipos de protección hasta la correcta señalización de zonas de riesgo. Además, en ubicaciones como Barcelona y Cornellà de Llobregat, nos aseguramos de que las obras cumplan con las normativas locales, minimizando posibles sanciones o interrupciones.

El tiempo es uno de los recursos más valiosos en cualquier proyecto de construcción. Nuestra función incluye la planificación meticulosa de las actividades diarias y la coordinación efectiva entre los diferentes equipos. Esto implica:

La gestión documental es fundamental para asegurar la trazabilidad y el cumplimiento del proyecto. Desde consignar instrucciones claras en el libro de órdenes hasta elaborar actas de visita detalladas, nuestra labor garantiza que cada decisión quede registrada. . Esto no solo facilita el seguimiento del progreso, sino que también sirve como respaldo en caso de futuras revisiones o auditorías.

Además, nuestras actas no son simples trámites. En ellas documentamos no solo el estado físico de la obra, sino también aspectos clave como el cumplimiento de plazos, la calidad de los materiales y cualquier desviación detectada.

El replanteo es un momento crucial en cualquier obra, ya que permite traducir los planos a la realidad física. En Arqtecnic, realizamos esta tarea con precisión milimétrica, adaptándonos a las condiciones específicas del terreno o las características del entorno en lugares como Barcelona y Cornellà de Llobregat.

En cuanto a las certificaciones, evaluamos cuidadosamente cada relación valorada presentada por el constructor, asegurándonos de que refleje fielmente el trabajo ejecutado. Este control no solo protege los intereses del cliente, sino que también asegura la transparencia en todo el proceso.