El objetivo del arquitecto técnico en esta fase, es identificar los problemas específicos del patio de luces y desarrollar un plan de acción adaptado.

En proyectos realizados en áreas como Barcelona y Cornellà de Llobregat, es frecuente encontrar edificios con problemas específicos debido a su antigüedad. Por ello, un diagnóstico preciso es esencial para garantizar soluciones duraderas.

Una reforma de patios de luces debe cumplir estrictamente con las normativas locales para evitar sanciones o problemas legales. El aparejador se encarga de gestionar los permisos municipales requeridos y de asegurarse de que el proyecto cumpla con las leyes de construcción y seguridad.

En ciudades como Barcelona, los ayuntamientos suelen exigir documentación técnica detallada, y es aquí donde el conocimiento especializado de un arquitecto técnico resulta invaluable. Este paso asegura que la obra pueda ejecutarse sin interrupciones legales y con total tranquilidad para la comunidad.

El aparejador actúa como el punto de conexión entre los distintos profesionales involucrados en la reforma y la comunidad de vecinos, asegurando que todos los trabajos se ejecuten según lo planificado.

Además de restaurar el estado estructural del patio de luces, un arquitecto técnico puede implementar mejoras que aumenten la sostenibilidad del espacio y reduzcan los costos operativos de la comunidad.

A lo largo de la reforma, el aparejador mantiene una comunicación constante con la comunidad de vecinos. Este asesoramiento técnico incluye:

Este acompañamiento técnico no solo facilita la ejecución del proyecto, sino que también genera confianza y tranquilidad entre los vecinos.